Segundo día en la Finca Tatin.
Desperté con la garganta muy inflamada. Creo que la mezcla de agua del rio, lluvia tropical, aire húmedo y la noche fresquita no va bien con mi garganta.
Me fue a la cocina y agarré una taza de agua caliente con sal para limpiar la garganta, y de hecho una media hora después ya me sentía mucho mejor.
Tome un té verde y platique con mi grupo de trotamundos. Todos estaban excitados pues se iban a pasear en kayak. Vino una lancha y los llevó al sitio predeterminado donde empezaría su travesía en kayak.
Como no me apetecía nada una repetición, ni déjà vus de lo que me paso en Progreso, Yucatán, México (Dos amigos y yo nos metimos en el pantano en kayaks hasta que nos perdimos por completo. Fue necesario llamar un barco para recorrernos!) me quede en el lobby, con mis cositas y mis “que haceres”.
Me puso a leer el libro que empecé en México: azteca. El libro era muy interesante pero como el sofá donde descansaba estaba comodísimo, más el silencio del bosque me quede dormido (es, decir empecé la meditación. Ah!).
Luego platiqué con el Carlos, el dueño de la finca. Me explicó como funciona el programa de voluntariado que tiene en la Finca: Carlos ofrece comida y alojamiento a los voluntarios a cambio de ¡trabajo pesado!
¡Noooooo, es broma!
El trabajo seria trato general al público (recibir huéspedes, indicarles que actividades pueden realizar y echar una mano al servir la cena), y si no hay huéspedes entonces seria faenas de manutención cambiar bombillas, pintar, ayudar a los obreros, etc.
Como es labor de voluntario no hay paga pero la experiencia que uno gana no tiene precio. De hecho, estoy considerando pasarme un mes en este sitio, en este oasis perdido en el Rio Dulce, Guatemala.
Luego cenamos todos juntos y se notaba una paz y serenidad en el aire, puesto que casi todos estaban cansados de tanto remar.
Después de la cena, afuera llovía torrencialmente, escuchando música nos sentamos a platicar. El grupo empezó a intercambiar correos electrónicos y perfiles de facebook pues parece ser que mañana nos separaremos, los americanos van a la las ruinas de Cobán, las chicas inglesas hacia la frontera mexicana, Ryan y yo a Puerto Barrios para después seguir hacia la Ciudad de Guatemala.
Toda muy buena gente, o como dirían en México, ¡gente de poca madre!
Ciao 4 now
~ Paulo ~
Pensabas quedarte un mes y ya llevas tres años!!! Claro, es que sin ti no hay bichos peligrosos en la selva!!! Un beso desde Sevilla. Cuídate
ReplyDeleteHola, me gustaria preguntarte, por cual medio me podria comunicar con carlos?, seria un experiencia de vida ir pa alla.saludos.
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