Una caña de bambú.
Ahí, abandonada, en el medio de los manglares. El otro día, mientras perseguía una gallinita de suampo, por entre los árboles y las plantas de los humedales que rodean la Finca, me detuve delante de un árbol con varios tonos de verdes que, comparado con el resto de la vegetación típica de estas tierras húmedas, me pareció el mas foráneo:
Un bambú.
Sereno y alto. La refrescante brisa le sacudía ligeramente, como se le estuviera haciendo cosquillitas. Los árboles y plantas aquí suelen estar muy inclinados, casi a punto de caerse, debido a las lluvias y viento que asoman la zona casi a diario, sin embargo, el bambú se encontraba firme y recto, con vanidad.
A su sombra otro bambú, más delgado, más pequeño y más débil. Padre e hijo. Orgullosamente juntos.
¿Cómo habrán llegado aquí?
Encontrándome delante de este árbol, me acordé que el bambú es el símbolo del Reiki:
El bambú El Reiki tomó de la naturaleza, como símbolo, el bambú que, en su simplicidad, resistencia al viento (cuando sopla fuerte), vacío, rectitud y perfección, puede representar, metafóricamente, el funcionamiento de la energía. El bambú es flexible a pesar de ser fuerte; reverencia al viento que lo roza cuando sopla, se dobla a la vida, mostrándonos que cuanto menos se oponga un ser a la realidad de la vida, más resistente se volverá para vivir con plenitud. El bambú es fuerte, y sirve para la construcción de embarcaciones, muebles y edificaciones, es decir, todos los que recibieron el Reiki tienden a permanecer fuertes y resistentes. Entre un nudo y otro, el bambú es hueco, vacío; como vacío es el espacio entre el cielo y la tierra, representando los que escogieron ser canales de Reiki, los cuales pasan a funcionar en ese vacío como verdaderos “tubos” canalizadores de energía cósmica. La rectitud sin igual del bambú, la perfección de su proyectarse hacia las alturas, así como sus nudos, los cuales simbolizan las diferentes etapas del camino, simbolizan el objetivo de nuestro itinerario interior, de nuestro crecimiento y de la evolución en dirección a la meta. En el Japón, el bambú es una planta de buenos auspicios, de buena suerte; pintar el bambú es considerado no sólo arte, sino también un ejercicio espiritual. En algunas culturas africanas, el bambú es un símbolo de alegría, de felicidad, de vivir sin enfermedades ni preocupaciones, y es interesante observar cómo esa simbología tiene que ver con los principios del Reiki. |
Me hizo recordar que había hecho un juramento de estudiar lo que aprendi con el Reiki, leerme el libro, practicar las posiciones, etc.
No obstante, lo había dejado de lado, en segundo plano. “Cuando tenga tiempo”, - me decía a mí mismo.
Es curioso como el Universo tiene una forma de volver a enseñarnos nuestros respectivos senderos, cuando nos desviamos de él.
Entendí el mensaje. Pues bueno, ¡a empollarme!
Ciao 4 now
~ Paulo ~
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