Aun sigo en Playa del Carmen. Hace unos días, me dijeron que nunca habían conocido un trotamundos que viajara tan despacio como yo. Jejeje
Desperté con ganas de hacer muchísimas cosas, pero pronto cambié mis ideas pues este calor te imposibilita de realizar tus propósitos.
Sin embargo, pudo llamar a Johnny (del dueño de la tienda de buceo) y le comuniqué que atendería al curso PADI Open Water mañana por la mañana.
Di unas vueltas por la 5ª Avenida y sus calles trasversales, hasta que escuché musiquita RAI que venía de un local. Entré y me di cuenta que estaba en un bar libanes de pipas de agua (Shisha/Arguile/hookah) árabes. Pedí una shisha de manzana y un plato de hummus con pan pita. Que rico estaba todo. Comí, fumé y disfruté de la música.
Cerca de las 3pm vuelvo a la casa y de pronto vino Ari que tenía que irse a su pueblo Querétaro por unos días.
Con un fuerte abrazo nos despedimos. Me dejo un “qué hacer”:
Llevar un regalo a Paola, la argentina.
A Paola le había gustado un anillo en forma de espiral que llevaba Ari, entonces se fue a la 5ª Avenida y le compramos un igualito pero una talla más grande.
Era lo mínimo que podíamos hacer pues nos había leído nuestros registros Akashicos y nos había iniciado en el Reiki sin pedirnos ningún tipo de gratificación.
Cerca de las 8pm Claudio y yo nos fuimos a llevar el anillo a Paola a su hotel, el Royal Hideaway. La casera Laura nos dio un ride hasta el hotel y resulta que Paola no estaba en su recamara por eso le dejamos el regalito en un sobre con la recepcionista.
¿Caminando de regreso, a quien vemos? ¡Las argentinas en bicicleta! Paola nos reconoció de inmediato y se detuvo. Graciela no tanto y con el susto casi se estalla en contra una palmera.
Nos reímos y les dicho que había dejado un pequeño obsequio en la recepción por parte de nosotros.
Más abrazos de despedida y Paola me dijo que cuando yo llegara a Córdoba, Argentina, tendría un sitio donde quedarme.
Gracias de corazón por todo Paola.
Ciao 4 now
~ Paulo ~
Aawww...qué ternura me dio. (^^)
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