paulo is here

Saturday 19 September 2009

MESA DE OPERACIONES

“¡Agárralo bien!”

“¡Lo tengo, lo tengo!”

“Listo. Ya terminé los puntos. Pueden soltarlo.”

“Que pena que no le hemos podido sacar el anzuelo”

En estos meses he vivido y he presenciado cosas de todo el tipo. Este mi viaje no es apenas unas vacaciones, va mas allá. A veces un viaje espiritual otras veces un viaje de emociones fuertes y imágenes muy duras.

Hoy al despertar me dirigí a la zona común de la Finca. Puesto que todos los huéspedes se van hoy, la idea sería aprovechar el descanso para estar todo el día en el muelle, tumbado, leyendo y haciendo na de na. No obstante, llegando a la recepción escuché mucho alboroto, lo que siempre indica que una enorme bola de fuego se acercaba a mi planeta de tranquilidad.

Alrededor de una mesa de ping-pong se encontraban Mercedes y Javier (dos clientes españoles que llegaron a la finca hace un par de días y se van a quedar como 6 meses), Patricia y Fabricio (una pareja italiana, amigos del dueño de la finca, que viven en un velero ancorado en el medio del rio, desde el 2000) y Laura, la enfermera de la ONG y Centro de Voluntarios Ak’tenamit. Les acompañaban los perros de la finca y los de los italianos.

En la mesa de ping-pong, noté que habían colocado un plástico negro y por cima, un perro tumbado. Les pregunté qué quirófano era ese y Mercedes me miró.

“Esta es la perra de Patricia. El animal tiene un anzuelo enclavado en la ingle. Mira aquí Paulo. Vamos a ver si logramos sacarlo.”

Le pusieron un poco de anestésico local con una jeringuilla y de pronto Mercedes estaba cortando la zona de la ingle con un bisturí que parecía muy afilado.

Aunque le habían dado anestésico, el perro pataleaba con el pánico. Fabricio le sujetaba la cabeza y las patas delanteras, mientras Javier tenia las patas anteriores inmovilizadas.

Varios agonizantes minutos pasaron. El fuerte olor a sangre junto con los aullidos del perro en la mesa de operaciones sufocaban el aire otrora fresco y húmedo. Hasta que…

“¡No se puede sacar! ¡Jolines! El anzuelo está muy adentro. Me imagino que esta clavado en el muslo de la pierna.” – Explicó Mercedes – “Ya lo hemos probao to. Ahora solo podemos cerrar la herida. ¿Laura?”

“Ya tengo el hilo y la aguja listos.”

“¡Agárralo bien!”

“¡Lo tengo, lo tengo!”

Ciao 4 now

~ Paulo ~

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