Pasadas las 4 horas de escala en Dublín (que desde luego pasaron volando) volvimos a entrar al avión con destino a New York.
Paulo Martins (Yo) y Paula Martinez (Mi tocaya) continuamos a charlar sobre nuestros planes futuros, del pasado, un sinfín de temas que me llevaría todo el día a contar aquí en este blog.
El azafato asignado a nuestra zona del avión se llamaba Máximo Cornetta y tenía unas cerras tan finitas y redonditas sin muchas expresiones faciales. Podría estar completamente sorprendido pero no se le notaba…..
Yo de verdad pensaba que no nos darían nada de comida o bebida puesto que era un vuelo de Low Cost y por experiencia propia, no te dan ni 1 vasito de agua.
No obstante, de pronto Máximo empieza a repartir agua, coca-colas, comensales completos con primero (ensalada), segundo (arroz con pollo) y postre y finalmente antes de aterrizar nos brindo’ con una merienda.
Máximo curro’ un huevo siempre atento a las necesidades de los pasajeros, especialmente dos irlandeses sentados en mi izquierda que se pusieron hasta las cejas de vino, cerveza y vodka.
Cuando se levantaban para ir a los aseos tambaleaban que pensé que el avión iba a dar vueltas!
Ciao 4 now
~Paulo~
Wednesday, 18 February 2009
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